jueves, 10 de septiembre de 2009
CUBA Y CHILE, ACTITUDES DE AYER Y HOY. Marco Aurelio
No me gusta incidir en mis artículos pasados –además sólo han pasado dos días-, pero leyendo El País de hoy, en la sección de Opinión –que dicho sea de paso no la encontraba porque ha sido relegada lejos de donde solía, y sólo me alegro ahora porque está más cerca de la sección de Cultura-, me he encontrado con un artículo del excelente escritor chileno Jorge Edwards Valdés, representante de Chile en la nueva literatura latinoamericana del siglo XX, en la que recordaba la visita del Senador Edward Kennedy a Chile el año 1986 a Chile para arropar y darle ánimo a la oposición política..
La dictadura militar terminó el año 1990, por lo que esa visita tuvo un simbolismo enorme y la transmisión de un apoyo enorme a la oposición. Jorge Edwards que había estado exiliado en el inicio de la Dictadura, había regresado y fundado el Comité de Defensa de la Libertad de Expresión que también presidió, recuerda el cariño, carisma y buen trato que recibió por Edward Kennedy en aquella visita.
Jorge Edwards, personaje comprometido y tremendamente coherente, había sido bastantes años antes militante del Partido Comunista, y fue nombrado el año 1971, por el gobierno de Salvador Allende, embajador en Cuba. En ese puesto apenas estuvo tres meses por sus discrepancias con el gobierno revolucionario cubano y su crítica a la dictadura del régimen castrista. Fue declarado persona non grata y exigida su salida de la isla.
Al poco tiempo escribió Persona non grata (1973), donde criticó de forma durísima al régimen estalinista cubano. La obra estuvo prohibida simultáneamente tanto por el gobierno chileno y el gobierno cubano, y le granjeó la enemistad de las fuerzas políticas de izquierda que le consideraron un traidor, al igual que una buena parte de los escritores latinoamericanos de su época, sufriendo como otros escritores –Mario Vargas Llosa, …- que abandonaron desencantados el Pensamiento Único del Comunismo un trato injurioso e injusto..
Cuando un excelente escritor, extraordinariamente coherente y vitalista, mundialmente reconocido recuerda con especial cariño y emoción, a pesar del paso de los años, el trato que recibió por parte de Edward Kennedy, y la invitación que le hizo en aquella visita para cenar en Washington junto a Nicanor Parra, sé es consciente de lo importante que resulta en circunstancias de lucha y dificultades extremas, el apoyo de personas relevantes por su posición a nivel mundial, su altura moral y por su extraordinaria bonhomía.
No se trataba de la emoción de un niño o un joven, Jorge Edwards tenía 54 años y una vida repleta de éxitos literarios y personales.
Aunque el artículo de Jorge Edwards se centra en el factor humano de la visita y la repercusión que personalmente le produjo, no deja de decir –y reproduzco textualmente-, ... Al mismo tiempo, la visita se había convertido en un perfecto golpe político, en un gesto libertario que todavía recordamos con simpatía y que tuvo consecuencias indudables. …
Que triste y lamentable comparar la visita de Edward Kennedy que insufló ánimo y refuerzo moral a la oposición al régimen de Pinochet, con la visita de la Presidenta Michelle Bachelet a Cuba, que en vez de reforzar y dar ánimo a una oposición maltratada y exhausta, con condenas de hasta 20 años de cárcel, otorga credibilidad y legitimidad a un régimen estalinista al que le da el aire que le niega a la oposición. Un régimen tiránico en el que nunca un escritor hubiera podido fundar y presidir como hizo Jorge Edwards algo mínimamente similar al Comité de Defensa de la Libertad de Expresión sin sufrir la cárcel, el mal trato y la tortura –al menos sicológica- de este lamentable refugio del estalinismo.
Dentro de 20 años, ninguna persona recordará como lo hace Jorge Edwards con enorme emoción, cariño y gratitud con Edward Kennedy, la visita de Michelle Bachelet a Cuba, sólo habrá una foto descolorida en un lugar de su casa, posiblemente el desván.
Yo nací en un medio en que lo peor que podía pasar es que saliera escritor. (Jorge Edwards Valdés)
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