jueves, 28 de julio de 2011

Las exportaciones balón de oxígeno de la economía española

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Antonio Pérez Aragón
© nuestromundoysusdesafios


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Desde que hace poco más de dos años vengo escribiendo en Nuestro Mundo y sus Desafíos, se me achaca el pesimismo –incluso el alarmismo, que no lo ha habido nunca y a los hechos me remito- de mis artículos, y es cierto que dentro de la complejísima situación que vivimos existen algunos datos positivos y también que las comparaciones que muchas veces se realizan con países como Grecia, Portugal, … carecen de fundamento.

No pretendo con esto hablar ni de “brotes verdes” ni de “cambio de modelo productivo”, porque sería hacer el caldo gordo a un Gobierno que en la forma y fondo de afrontar la crisis económica tiene suspensos rotundos. El que existan indicios positivos debidos al Sector Exterior, la reducción consistente de la deuda de familias y empresas, … , en nada se deben a las acciones del Gobierno ni del resto de Administraciones Públicas cuya labor para que se produzcan estos indicios positivos ha sido inexistente.

Lamentablemente el duro ajuste que las empresas no financieras y las familias han realizado con una reducción de su endeudamiento de casi 33.063 millones de euros en 2011 de enero a mayo, y el brillante desempeño del Sector Exterior no se ha visto acompañado de los ajustes del Sector Público y las necesarias reformas económicas. Los ajustes se están retrasando, se posponen por razones puramente electorales … esperando el milagro, despertar de la pesadilla o que las cosas simplemente se arreglen sin hacer nada.

El que a veces se confunda a España en la prensa –y desafortunadamente en los mercados- con países en situación límite estando a años luz de los mismos, está llevando las primas de riesgo a superar los 300 ppbb, cuando España tiene fundamentos económicos que le permitirían situarlas en menos de 200 ppbb, se debe fundamentalmente a la inacción e irresponsabilidad del Gobierno.

Las pésimas expectativas que se trasladan a las primas de riesgo no se arreglan con políticas de avestruz que un día sí y otro nos regalan las Administraciones Públicas con el Gobierno de España y máximo responsable a la cabeza, este tipo de actuaciones generan una espiral de más riesgo y mayores costes financieros que se retroalimenta y que pagamos todos.

Lejos de las sonrisas ridículas y falsos rictus de seriedad, hieratismo y afectación, estamos inmersos en un espectáculo de inacción, irresponsabilidad y claro cinismo en la explicación a los ciudadanos de la realidad y de las medidas “adoptadas”; cuando las pocas que se han tomado se han hecho de forma timorata, tardía y a regañadientes por presiones externas de Bruselas. Frente a esta realidad se alardea en cambio de “valentía” y se vive soñando con el fin de la pesadilla por sí misma.

El Gobierno debería tomar medidas –pocas y claras- que permitieran capitalizar los fundamentos de la economía española que ya son positivos, y mejorar urgentemente aquellos que requieren una actuación rápida y contundente como la reducción del déficit, aspecto en el que el Banco de España está haciendo, entre otras instituciones, un énfasis muy reiterado.


Una de las pocas alegrías de la economía española en los últimos cuatro años está siendo la positiva evolución del Sector Exterior en lo que se refiere a exportación e importación de bienes, la aportación de la Demanda Externa al PIB habrá supuesto en el periodo 2008 a 2011 un crecimiento del 7,4% del mismo, frente a la muy negativa evolución de la Demanda Interna que en estos cuatro años supondrá una contribución negativa de -8,9%.

El Sector Exterior además ha contribuido de forma muy importante a la gran corrección –aunque todavía persista- de uno de los mayores problemas estructurales de la economía española, el Déficit por Cuenta Corriente, que de un 10% en el 2007, y del 9,7% en el 2008 podría llegar a ser inferior al 4% en el 2011 si persiste la ligera reducción actual de los precios del petróleo.

La favorable aportación del Sector Exterior, no se ha debido sólo a la fuerte reducción de las importaciones por la gran debilidad del mercado interno, sino a que las exportaciones de bienes han crecido de forma muy importante, y se encuentran en máximos históricos y sigue la tendencia creciente en el 2011.

Este favorable dinamismo de las exportaciones se produce en un contexto en el que no ha existido la posibilidad de recurrir a devaluaciones como en el pasado, y más bien al contrario, el euro ha mantenido su fortaleza en buena parte de los últimos años frente al dólar USA.

La cobertura de las importaciones de bienes con las exportaciones de los mismos, atraviesa uno de los mejores momentos de la historia de la economía española, y se encuentra en el máximo de los últimos 12 años con gran diferencia.

Más aún, en los meses de febrero y mayo las exportaciones de bienes, excluyendo los relacionados con Energía –fundamentalmente petróleo-, y Materias Primas han superado a las importaciones lo que es un hito único en las últimas dos décadas.

La contribución al PIB y corrección de los desequilibrios hubiera sido todavía mayores si no hubiera sido por el fuerte incremento de los precios del petróleo a partir del 2009 –después de la caída en el 2008-, que hace que el capítulo de Energía haya arrojado fuertes déficits en 2009, 2010 y 2011 que se han comenzado a reducir ligeramente en el mes de mayo, con el menor déficit en esta partida de los últimos seis meses.

El déficit de la partida de Energía –fundamentalmente por el petróleo-, junto con la mejora que va a suponer en 2011 respecto a 2010 la partida de Turismo dentro de la parte de Servicios, hace que en el 2011 el Déficit por Cuenta Corriente vaya a presentar un importe muy similar al de la partida de Energía dentro del capítulo de Bienes y Mercancías.



DÉFICIT COMERCIAL ENERO 1999 A MAYO 2011. EVOLUCIÓN Y COMPONENTES

Los datos de este Anexo correspondientes al Comercio exterior corresponden al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, y los de Déficit por Cuenta Corriente al Banco de España.


Se observa que los efectos de la crisis ya se percibían a finales de 2007, aún cuando la quiebra de Lehman Brother fue el 15 de septiembre 2008, la reducción del déficit en esa fase se debió tanto a una contracción de las importaciones como de las exportaciones, aunque mayor de las importaciones, como puede verse en el gráfico siguiente.

La notable reducción de los precios del petróleo se aprecia claramente en 2008 y 2009 en la parte roja del gráfico, como también se ve la recuperación que han tenido estos precios en 2010 y 2011.


El gráfico muestra de forma muy clara que desde el 2004, dos años después de la entrada de España en el euro, comienza un mayor incremento de las importaciones de Bienes -excluida la Energía y las Materias Primas- que las exportaciones lo que incrementa brutalmente el déficit de esta parte de la balanza comercial lo que se aprecia claramente. Tras la etapa comentada en el párrafo anterior –finales 2007 y poco después de la quiebra Lehman Brother-, vuelven a crecer muy rápidamente tanto importaciones, pero fundamentalmente las exportaciones.

Las exportaciones crecen de forma que a finales de 2010 y principios de 2011, están en máximos históricos, mientras las importaciones están en niveles todavía del 2004.


La cobertura de las importaciones de Bienes –excluidos los capítulos de Energía y Materias Primas- con las exportaciones de la misma naturaleza ha llegado a su mejor situación de los últimos veinte años –no sólo el periodo del gráfico-, al llegarse en la primera mitad del 2011 a algunos meses con cobertura mayor o muy cercana al 100%. Esta excelente situación –inaudita en más de 20 años-, ha quedado amortiguada por el saldo de la partida de energía.


El saldo de energía, cuya componente más importante es el petróleo, refleja los fuertes incrementos a partir del año 2004 que llevaron los costes del barril a 145 USD, la fuerte caída en 2008 y fuerte repunte posterior.

El saldo comercial sobre energía es una sangría enorme de la economía española que además se está produciendo en un momento especialmente crítico.


Incluso incluyendo la Energía y las Materias Primas la cobertura del total de las importaciones de Bienes con las importaciones se encuentra en el mejor momento de los últimos doce años, tendiendo la cobertura al 85%.


La variable más importante de dependencia de la economía española de la financiación externa es el Déficit por Cuenta Corriente que es el mayor desequilibrio de la economía española de los últimos diez años, y que pone a España en una constante necesidad de financiación y expuesta a las restricciones que puedan experimentar los mercados.

La positiva evolución del sector exterior en la parte no relacionada con Energía y la mejora que está experimentando la balanza de pagos se Servicios por la componente de Turismo, va a hacer que casi la totalidad del Déficit de Cuenta Corriente se deba a la componente por el déficit de Energía.

Con este problema y teniendo en cuenta dos factores, el problema adicional del déficit público, y el hecho de que la gasolina en España sea más barata que en el resto de países comparables de Europa, hace que no debe descartarse que se deba incrementar el coste de gasolina en el corto plazo con objeto de conseguir una reducción del consumo.




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