Marco Aurelio con la colaboración de Florencia Andriani
19-11-2012
© nuestromundoysusdesafios
Argentina después de años ininterrumpidos de un apreciable
crecimiento económico, aunque con alta inflación, se encuentra prácticamente en
estancamiento económico, déficit público primario y cerca del déficit por
cuenta corriente.
Con cifras que serían la envidia de muchas economías,
la política agresivamente aislacionista de los Kirchner, con incumplimientos recurrentes
de tratados y acuerdos internacionales en materia comercial, y de extrema agresividad
hacia la comunidad financiera e inversores en general, la sitúa paradójicamente
en una situación de extrema debilidad.
La reacción del Gobierno de la Presidenta Cristina
Fernández ha sido la de incumplir aún más los compromisos en materia comercial
y establecer paulatinamente lo que se ha llamado en Argentina el “Cepo Cambiario”
que es simplemente restringir la libre circulación de divisas e intervenir el
tipo de cambio.
Esta “nueva” política del “Modelo K”, no es nada nueva
sino sólo una profundización en más Autarquía que es la misma cara que más
Autoritarismo, y más Populismo, porque evidentemente todo es por el Pueblo, y quienes
se oponen son las clases privilegiadas apoyadas en los poderes fácticos.
El Autoritarismo es el mismo que llevó el año 2007 a
intervenir Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), para que las
estadísticas de inflación y luego las del crecimiento del PIB respondieran no a
la realidad sino al dictado del Poder.
El “nuevo Modelo K” nada tiene de nuevo, sino que es
el mismo modelo que se ha ido descartando en todo el Mundo, simplemente porque
no ha funcionado.
Un país tan aislado financieramente como Argentina, y
tan dependiente de la soja está en una situación muy compleja, con un
estancamiento de la economía y una inflación por encima del 25% que sólo
genera mayor pobreza y desigualdad, y mayor descontento.
Desafortunadamente la respuesta previsible es mayor
Autarquía en lo económico, y mayor Populismo y Autoritarismo en lo político.
Este artículo analiza diferentes puntos que se
consideran relevantes para entender la situación actual. No pretende ser una
secuencia de la historia económica desde que Néstor Kirchner llegó al poder en
el 2003, ni abordar todos los aspectos de la economía argentina, sino sólo
aquellos que se consideran más relevantes en el momento actual.
MANIPULACIÓN
CIFRAS ECONÓMICAS (INFLACIÓN, …). INTERVENCIÓN DEL INSTITUTO NACIONAL DE ESTADÍSTICA
Y CENSOS (INDEC)
Una de las mayores mentiras de Argentina es la cifra
de la inflación, y también del crecimiento del PIB. Mentira que por sus
antecedentes, y el sufrimiento en el día a día que causa la inflación galopante
en la población, es hace mucho tiempo una obviedad.
Las estadísticas de inflación (y crecimiento del PIB)
hace años que tienen la siguiente nota al pie de página (sic):
“Las cifras se basan en los datos oficiales
del PIB y del índice de precios al consumidor (IPC-GBA) de Argentina. El FMI ha
instado a Argentina a adoptar medidas correctivas para abordar la calidad de
los datos oficiales del PIB y el IPC-GBA. El personal técnico del FMI también
está utilizando otras mediciones alternativas del crecimiento del PIB y la inflación
a los efectos de la supervisión macroeconómica, incluyendo datos producidos por
analistas privados, que muestran un crecimiento del PIB real significativamente
más bajo que el que indican los datos oficiales desde 2008, y datos producidos
por oficinas estadísticas provinciales y analistas privados, que muestran
cifras de inflación considerablemente más altas que los datos oficiales desde
2007.”
Las diferencias entre las cifras de inflación de
empresas y organismos privados y las del INDEC son enormes; algo menos del 10%
el INDEC y más del 25% las estimaciones de otras instituciones.
(En naranja cifras independientes en azul cifras oficiales del INDEC)
Las
cifras del INDEC son tan inconsistentes e insostenibles (primer gráfico), que
si fueran ciertas Argentina habría encontrado la forma de que los salarios de
forma sostenida crecieran entre un 10% y un 17% más que la inflación. El engaño
de burdo es absolutamente impresentable.
En las cifras del segundo gráfico se aprecia que la
inflación es muy similar al crecimiento de los salarios, lo que es mucho más
verosímil.
El efecto acumulado desde el año 2007 es absolutamente
demoledor.
(En naranja cifras independientes en azul cifras oficiales del INDEC)
La historia es una más de las arbitrariedades de los
Kirchner con intervención incluida del organismo en 2007 cuando se negaron
parte de sus funcionarios a admitir la manipulación de las estadísticas que
pretendían los Kirchner.
En enero de 2007 el Gobierno de Argentina decidió
intervenir la Dirección del Índice Precios al Consumidor del INDEC. Previamente
en octubre de 2006, Guillermo Moreno a cargo la Secretaría de Comercio de la
Nación, intentó que Graciela Bevacqua, que dirigía la Dirección de Índice de
Precios al Consumidor (IPC), desvelara los nombres de los comercios que se encuestaban
para calcular el índice de precios. Se negó a hacerlo, aduciendo que se lo
prohibía la ley de secreto estadístico. A finales de enero de 2007 Graciela
Bevacqua fue apartada junto a numerosos técnicos de la Dirección. En su lugar
asumió el cargo una persona vinculada políticamente con el Secretario de Comercio de la
Nación.
Néstor Kirchner convirtió en enero de 2007 al INDEC en
un organismo dependiente de la manipulación de la realidad, que ha venido dando
información de la inflación al dictado, y muy alejada de la realidad. Lo convirtió en un IDEC-K, pero el sol
no se tapa con un dedo, y las cifras a fuer de ser imposibles han acabado generando
una total desconfianza en todo aquello que informa el Gobierno argentino al
respecto de la realidad económica.
ARGENTINA
EL PEOR SOCIO POSIBLE
Aunque resulte triste decirlo, la cruda realidad es
que Argentina se ha convertido, por convicción propia, actuación hiperactiva, consciente
y vehemente, en contra sus compromisos públicos y rubricados en leyes, acuerdos
y tratados internacionales, en definitiva contra todos –países, instituciones,
organismos, empresas, grandes y pequeños ahorradores, …- que alguna vez confiaron
el país, en el peor socio posible en cualquier circunstancia.
Para aquellos que algún día confiaron en Argentina lo
que obtuvieron fueron los epítetos y calificativos de ladrones, jugadores de
casino, timberos, ahorristas buitres y otras lindezas. Los inversores que sólo cometieron el error de confiar
en Argentina, y lejos de obtener cualquier ganancia, la mayor parte tuvieron
enormes pérdidas.
La forma de actuar ha sido además cínica, tramposa y
mentirosa. Un ejemplo lo ocurrido con Uruguay en su intento de tener una
industria papelera en el país, donde “de forma espontanea” se bloquearon
intermitentemente las aduanas entre los dos países hasta que Uruguay tuvo que
desistir de sus objetivos.
Argentina es el país más demandado en el mundo ante el
Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI)
del Banco Mundial, y eso que en base a la extorsión más abyecta muchas empresas
se han tenido que desistir ante la coacción o promesas vanas y fútiles que
nunca se han cumplido.
El cinismo de achacar a los piqueteros las
persecuciones de los funcionarios del FMI sin responsabilidad alguna del
gobierno de Argentina, que era quién los pagaba y alentaba, es sólo una mínima
muestra de las actuaciones de coacción y amedrentamiento de un gobierno cínico.
Conflictos con Brasil recurrentes en el ámbito del
MERCOSUR con cuotas y aranceles arbitrarios y contrarios a los tratados,
respondidos parcialmente por un Brasil que un día llegará a hastiarse de los
caprichos del vecino que además depende de su electricidad en el invierno
austral.
Estados Unidos, Japón y otros 40 países
aproximadamente han demandado a Argentina en la OMC, por incumplimiento de
tratados y acuerdos internacionales, y en otra respuesta cínicamente kirchneríana
por tramposa y cínica, estos a su vez han sido demandados por Argentina.
El ACE 55 suscrito entre Argentina y México fue bueno
mientras fue superavitario para Argentina, en cuanto el saldo cambió a favor de
México –no de forma acumulada- Argentina incumplió el acuerdo.
Temas tan ridículos como la prohibición de importar
jamón serrano español y otros muchos, añaden ribetes hilarantes, histriónicos y
caprichosos que lejos de esconder o difuminar el autoritarismo y el sueño de
una economía autárquica y el autoritarismo lo elevan a un histrionismo ridículo.
Tras la mueca de sonrisa estupefacta, la tragedia de que lo que realmente queda
es un autoritarismo y populismo, insaciables y descarnados.
La nacionalización de los fondos de pensiones en 2008
y de YPF en 2011 son muestras puntuales de un país –Argentina- que
vehementemente y sólo por un afán de propaganda y afirmación de un poder
populista, ha convertido el Poder en una razón en si misma, que justifica cualquier
atropello aunque pase por encima de las leyes propias y de los acuerdos
internacionales.
El estado de derecho es manipulado de forma abyecta
por parte del poder político que interviene, interroga y retiene a las
personas, las acusa de fraudes imaginarios, todo ello disfrazado del uso,
cuando es un abuso manifiesto y cínico, de los jueces y tribunales.
Esta política premeditada y consciente de los Kirchner
les ha permitido realizar su política autoritaria a destajo, y ha situado a Argentina como
un país paria y un socio nada deseable, y a quien nadie prestaría ni confiaría ante
las empresas y comunidad internacional.
Argentina es un autoparia si existiera el término,
porque ha querido ser un paria a nivel de confianza internacional, confianza de
los inversores, y confianza en general en el cumplimiento de sus compromisos
por su autoexclusión auto promovida y peleada hasta la extenuación, con
extremado y extenuante denuedo. Política agresiva ante todo y contra todos se
tenga o no se tenga razón ¡qué importa!, cuando lo que sólo importa es el poder
por el poder en Argentina.
EXTREMA
FRAGILIDAD FINANCIERA. EL “MODELO K”
Las cifras de los últimos trimestres que presenta
Argentina en cuanto a déficit público y déficit por cuenta corriente darían una
envidia enorme a la mayor parte de los países del Hemisferio o de Europa, pero
la diferencia entre Argentina y el resto de los países es la confianza que buena
parte de resto de los países tienen frente a la comunidad financiera
internacional, los organismos multilaterales y los inversores en general. La
confianza en Argentina como país cumplidor de sus promesas y acuerdos está en
el terreno de lo muy negativo.
Argentina se ha pasado años vilipendiando e
insultando, un día sí y otro también, a todos aquellos que un día confiaron en
el país y sólo obtuvieron una rebaja muy fuerte de los importes que prestaron. No tiene credibilidad alguna ni
posibilidades de obtener inversiones o financiación. Argentina se ha auto
marginado vehementemente de las Instituciones Financieras, Comunidad Financiera
e inversores en general. Además ha incumplido y roto unilateralmente
acuerdos comerciales con Estados Unidos, Japón, Unión Europea, México … que le han denunciado ante la Organización
Mundial del Comercio, o impuesto trabas arbitrarias a sus socios del Mercorsur.
Nadie en su sano juicio confía en Argentina. Su
bajísimo rating financiero y su alto riesgo país, no son el reflejo de los
fundamentos de su economía, sino de la visión que tiene la comunidad
internacional de los que es prestar a un país, y la escasísima probabilidad de
recuperar lo invertido.
La fragilidad financiera que conlleva este auto
aislamiento, el disponer de fondos para pagar la deuda o simplemente
refinanciarla a su antojo, la filosofía económica autárquica y autoritaria, y
la enorme avidez sin límite de poder fue lo que llevó a Argentina el año 2008 a
nacionalizar los fondos privados de pensiones (Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones –AFJP-) y trasvasar el dinero acumulado, unos 23.000
millones de euros, al sistema oficial de Seguridad Social.
La forma en que se produjo la incautación fue la
habitual del régimen intimidatorio de los Kirchner; registros y allanamientos en
las sedes de las principales AFPJ, incautación de documentación, investigaciones
de presuntos fraudes, acusaciones y amedrentamiento a directivos … El patrón de
Argentina en estos casos a través del habitual y bien dirigido juez federal de
turno. ¡Qué poco valor tienen en Argentina el estado de derecho, la seguridad
jurídica y la separación de poderes!
La pauta de comportamiento seguida con las AFPJ, es una
aviesa y perversa forma de aparentar que se usan las leyes y los mecanismos de
la justicia, cuando lo que se hace es un ejercicio de manipulación retorcida de
la misma, que busca la coacción, el poder omnímodo y arbitrario y está en las
antípodas de la Justicia en una Democracia, donde además de votar la justicia
debe ser independiente del Poder Ejecutivo.
Tras la incautación de los fondos de pensiones a
finales del año 2008, las señales de
alarma se han encendido de nuevo ante una reducción de las reservas de divisas –que siguen estando todavía en
niveles significativamente cómodos-, un déficit
público del 2% -con déficit primario-, reducción de las exportaciones, incertidumbres
de los precios de los cereales, y la posibilidad de un déficit por cuenta
corriente después de muchos años.
Adicionalmente
la economía está teniendo un aterrizaje suave. Previsiblemente está ya rozando
el estancamiento desde el tercer trimestre de 2012, con una inflación en el
entorno del 25%.
En condiciones normales un país con los fundamentales
de Argentina podría financiarse con muchísima holgura porque las cifras son muy
pequeñas, pero Argentina dista un abismo de ser un país normal, y por nimio que
sea el importe no va a encontrar quién se lo preste.
En esta tesitura Argentina ha vuelto a reaccionar con
autoritarismo, arbitrariedad y con una vuelta de tuerca más de sus políticas
autárquicas; ha incumplido acuerdos comerciales con muchos países, prohibido con
excusas pueriles algunas importaciones y ha establecido lo que se ha venido
llamando el “cepo cambiario” para disminuir la salida de divisas, y con todo
ello reducir las importaciones y restablecer el equilibrio en la balanza por
cuenta corriente.
Las declaraciones de la nueva estrella económica
argentina Axel Kicillof, Secretario de Política Económica y Planificación del
Desarrollo, del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, no dejan lugar a
dudas de la “nueva” política (autárquica) de Argentina, que ha declarado que “las
restricciones son necesarias para la industrialización”, y otras lindezas
como “¿Cómo las divisas que necesito para
hacer torres de petróleo se van a gastar en que los sectores más pudientes
puedan comprar bienes de lujo?”, “Era siempre lo mismo: se acababan las
divisas, devaluaba el gobierno porque abarataba los pesos y encarecía el dólar.
Todas esas importaciones se encarecían en proporción a la devaluación”, …
Ya tenemos a las claras lo que es el “Modelo K” de la
“nueva” economía argentina una autarquía con planificación centralizada del
estado; basada en el control de cambios, la búsqueda del equilibrio de la
balanza de pagos por encima de todo -para no depender de nadie, aún a costa del
incumplimiento de los tratados, acuerdos y convenios internacionales-, la
“nueva” industrialización de Argentina a realizar por empresas públicas o
privadas apegadas a las nuevas normas -aderezada con la nacionalización de YPF
como guinda de esta perorata económica y populista-, el uso de la “justicia”
para imponer cualquier imposición por arbitraria que ésta sea, manipulación de
las estadísticas, amedrentamiento a los medios de comunicación …
La realidad es que el “modelo K” de la “nueva”
economía Argentina no tiene nada de nuevo, ni de innovador, y es sólo un
regreso a antiguas políticas económicas autárquicas, que los países tuvieron
que ir abandonando por el fracaso evidente de las mismas. Además esta política
retro versión “modelo K” lleva consigo un incremento y una nueva vuelta de
tuerca en más populismo y autoritarismo, mecanismos a los que en la medida que
el experimento siga sin funcionar debe recurrirse constantemente, y cada vez de
forma más contundente como los antibióticos a un enfermo que sigue sin reaccionar
al tratamiento.
La burda manipulación de la realidad ocurrida con el Instituto
Nacional de Estadística y Censos (INDEC) después de su intervención a inicios
del 2007, con el objetivo de tener unas estadísticas manipuladas y dictadas por
el poder político, es una muestra de como funcionaba ya el “modelo K”, un
modelo donde toda manipulación es válida para que la aparente realidad sea la
deseada. El problema es que por la patología de sus líderes, éstos acaban
creyendo que el universo idílico creado artificialmente con datos falsos es realmente
la realidad, despotricando contra todos aquellos que tienen algún velo de duda
sobre la misma.
UN
PAÍS DEPENDIENTE DE LA SOJA (“SOJIZACIÓN”)
Argentina ha tenido en los últimos años un entorno extraordinariamente
favorable por su riqueza agrícola. En este periodo los precios de los productos
agrícolas han estado, y siguen estando, en máximos históricos y más todavía
aquellos relacionados con los biocombustibles.
Argentina, según datos de la FAO de 2010, es el tercer
productor mundial de soja -21% de la producción mundial-, quinto de maíz,
cuarto de cebada, décimo de trigo, cuarto en carne de vacuno, décimo en caña de
azúcar, …
Curiosamente uno de los pocos productos que han
sufrido una baja desde 1990 a 2010 fue la carne de vacuno –un 12,7%-, lo que
hizo que el Gobierno de Argentina impusiera contingentes a su exportación para
reducir el precio en el mercado interno.
Los biocombustibles según Jean Ziegler, relator especial de las Naciones Unidas para el
Derecho a la Alimentación, son “un crimen contra la humanidad”. Fidel Castro en su artículo de marzo de
2007 titulado “Condenadas a muerte prematura por hambre y sed más de 3.000 millones
de personas en el mundo”, indicaba textualmente “La idea siniestra de convertir
los alimentos en combustible quedó definitivamente establecida como línea
económica de la política exterior de Estados Unidos”. Los biocombustibles han sido uno de los motores de la
economía argentina, y también, en menor medida por su mucha mayor
dimensión, de la de Brasil.
El agro argentino es el componente más importante de
las exportaciones, alrededor del 55%, por lo que es la fuente de divisas más
importante, y uno de los elementos básicos de la recaudación fiscal a través de
altísimos impuestos sobre los mismos.
Uno de los detonantes más importantes de los nervios
del gobierno argentino y del “cepo cambiario” han sido las primeras muestras de
debilidad del precio de la soja, y las inundaciones en la pampa húmeda que han
hecho reducir la producción de forma importante, con un efecto estimado en 2012
de pérdida de exportaciones de 1.700 millones de dólares y de recaudación
unos 600 millones.
El fenómeno de la “sojización”
de la economía argentina se refleja en que ya más del 60% de las tierras de
cultivo están dedicadas a la soja “la marea verde” (la relación soja-cereales
es ya 70-30), se multiplicó por cinco su producción en 20 años, ha sido el
motor de las exportaciones, es uno de los pilares imprescindibles de la
recaudación fiscal y un día sí y otro también, las noticias referentes a los
precios diarios y futuros de la soja inundan la información económica argentina.
Pero esta “sojización”
es también una gran debilidad estructural que amenaza a una Argentina que no
puede, porque así lo quiso vehementemente, financiarse en los mercados
financieros en caso de vaivenes en el precio de la soja.
Uno de los grandes nubarrones en el horizonte es el
cambio de política de los países más desarrollados frente a los
biocombustibles, en el caso de Estados Unidos por el enorme incremento en la
producción de gas natural de fuentes no convencionales, entre ellas el shale
gas, y también de petróleo no convencional. En el caso de la Unión Europea por
las presiones de la “catástrofe
alimentaria” que está provocando en muchos países pobres el fuerte
incremento de los alimentos.
Ha pasado muy desapercibida, aunque acabará teniendo
efectos muy importantes, la decisión de la Unión Europea del pasado mes de
octubre de reducir la meta de biocombustibles en los carburantes del 10% al 5%,
y que buena parte de este 5% sea a futuro mediante una nueva generación de
biocombustibles elaborados a partir de cultivos que no sean de alimentos.
Varios de los países más importantes de la Unión Europea ya habían rebasado el
5% y se encontraban cerca del 10%.
EL “CEPO
CAMBIARIO”.
El cepo cambiario, es la forma de llamar en Argentina
a una serie de medidas que se inician en octubre de 2011 y que arrecían a
partir de mayo de 2012, y que simple y llanamente persiguen reducir la salida
de divisas de Argentina y conseguir el equilibrio en cuenta corriente.
Van desde medidas como las “Licencias no automáticas
de importación” entre otras a las empresas, a limitar los dólares que pueden
comprar los particulares, recargos del 15% en compras por internet y recargos
del 15% en compras realizadas en otros países con tarjetas de crédito. Las
medidas a los particulares justificadas en "impulsar el turismo
nacional" y que los argentinos “se queden a veranear en el país”.
El cepo cambiario es de facto un control del tipo de
cambio Peso-Dólar USA, y así lo ha declarado sin ambages Axel Kicillof, la
nueva imagen de la “nueva” política económica argentina.
Estas medidas –el “cepo cambiario”- son en su conjunto
la peor de las soluciones por las que podía haber optado Argentina. Hubiera
tenido mucho más sentido acelerar la depreciación del Peso Argentino acorde con
la inflación que realmente tiene el país, la debilidad que presenta su economía
cercana al estancamiento.
Las medidas de Argentina han derivado en todo un
mosaico de tipo de cambios adicionales al oficial que además de demostrar la
inventiva argentina, acaban representando una tendencia de que el tipo de
cambio actual cada vez está más lejos del real.
El más importante el dólar blue, está dando una
referencia del riesgo país de lo que se desprende que un tipo
de cambio realmente libre estaría entre el de un país que manipula la entrada
de divisas –el oficial- y el dólar libre –el blue- que no deja de tener una
volatilidad implícita alta, y por encima del tipo de cambio en libre flotación.
Los exorbitantes Credit Default Swap –CDS- de Argentina hablan por si mismos de
lo que se debe pagar por asegurar una deuda con Argentina –cerca de Grecia-,
Los argumentos de Axel Kicillof para justificar el
cepo cambiario no tienen ningún sentido salvo que se interpreten en clave de
mayor estatalización de la economía argentina. Decir que “las restricciones son necesarias para industrialización”, es
desconocer que sostener incrementos salariales del 25% con escasas variaciones
del tipo de cambio Peso-USD va a ir erosionando la competitividad de la
industria privada argentina.
Restringir las importaciones a la industria de bienes
de capital y bienes intermedios perjudica su competitividad y productividad. La
autorización de las licencias de importación además de que implanta la
arbitrariedad de la administración es un mecanismo más de que se incremente la
corrupción referente a las mismas.
El Gobierno argentino parece no tener en cuenta que
aunque la respuesta de los países afectados pueda ser inicialmente tibia, la realidad
es que se van acumulando trabas a las exportaciones argentinas y no precisamente
las de materias primas, sino a las industriales. Las medidas de México a la
denuncia unilateral de Argentina del ACE 55 que ha supuesto un 35% de aranceles
a los coches fabricados en México ha sido un incremento de aranceles a los
productos argentinos.
El que la mayor parte de los países estén aplicando
las normas de la Organización Mundial de Comercio para comenzar en su momento a
iniciar las medidas contra las importaciones desde Argentina, por los
incumplimientos de Argentina y las medidas no hayan sido de inmediato, le da al
país incumplidor una ventaja tramposa durante un lapso de tiempo. La estrategia
sólo puede calificarse de cortoplacista, artera y barriobajera.
¿Esta es la forma de industrializar a Argentina?
Erosión de las condiciones de la exportación al no trasladar al tipo de cambio
los costes internos, impedimentos a la modernización de las instalaciones
productivas, trabas administrativas internas, barreras adicionales a las
exportaciones argentinas como represalia a las medidas unilaterales de
Argentina, …
Aunque el artículo no pretende ser exhaustivo, el “cepo
cambiario” también alimenta la inflación, ya que en aquellas mercancías donde se
restringen las importaciones de forma directa o indirecta –retrasos en
conseguir las divisas-, automáticamente se genera más inflación por el
incremento de precios de los fabricantes nacionales.
Respecto al uso de contingentes y de las “Licencias no automáticas de importación”, estas
medidas son un privilegio para aquellos que consiguen ser los agraciados,
ya que el mayor precio al que se refería el párrafo anterior es un beneficio
que se obtiene para el que consigue contingente o la licencia que adjudica el
poder ejecutivo, y que no va para la economía de Argentina.
Para el que quiera el detalle de las medidas del “Cepo
cambiario” le recomiendo un artículo:
Las 23 medidas que en once meses endurecieron el cepo
cambiario:
FINANCIACIÓN
A TRAVÉS DEL BCRA. POLÍTICA MONETARIA EXPANSIVA
El Banco Central de la República Argentina (BCRA) está
presidido por la economista y política Mercedes Marcó del Pont, en lo económico
adscrita al Desarrollismo. Empezó su militancia política en el Movimiento de
Integración y Desarrollo, un antiguo y pequeño partido con raíces en la Unión
Cívica Radical, y acabó en el peronismo en el Frente para la Victoria, alianza
que sostuvo la candidatura en 2003 de Néstor Kirchner, siendo diputada por el
mismo de 2003 a 2007.
El BCRA, en la presidencia de Mercedes Marcó del Pont,
está jugando un papel básico en la financiación del Gobierno argentino, con un
rol muy alejado de la independencia que juega el banco central en otros países
del Mundo, y con una política poco ortodoxa nada independiente del poder
político, sino al revés subordinada absolutamente al mismo.
Alejado de lo que sería la financiación al sistema
financiero argentino, que recibe unas cantidades ridículas del BCRA -2.031
millones de pesos al cierre del 2011-, y agotada la financiación que le
proporcionó la incautación de los fondos de pensiones a finales del año 2008,
el BCRA se ha convertido en el prestamista del Gobierno de Argentina, aún a
costa de un fuerte incremento de la masa monetaria que a su vez genera más
inflación.
El primer gráfico presenta como en cuatro años se
habrá cuadruplicado la financiación del BCRA al Gobierno Nacional, y todo a
costa de un irresponsable incremento de la masa monetaria que se habrá
multiplicado por algo más 2,5 veces en ese mismo periodo.
Las Reservas Internacionales que más que duplicaban la
financiación al Gobierno Nacional al cierre del 2008, ya están muy
significativamente por debajo.
Al fuego de la inflación, el Banco Central de la
República Argentina para poder sufragar
a las finanzas públicas, ha añadido mucho más fuego, retroalimentando de
forma irresponsable la inflación.
Las variaciones interanuales basadas en datos del propio BCRA del agregado monetario M2 y de la
Base Monetaria Amplia (M4), no dejan lugar a dudas de la consistencia de los
datos del propio BCRA con una inflación
en el entorno del 25% -lejos de ese 10% que es una de las mentiras base del “Modelo
K”-, y la irresponsabilidad de una política monetaria que alimenta la
inflación.
La comparación con un país como México de ambas
variables resulta muy elocuente, y habla por sí misma.
Creerse que puede ser compatible un incremento de la
Base Monetaria Amplia o del agregado monetario M2 en tasas entre el 30% y el
40% anual, con una inflación de casi el 10% es imposible; tan imposible como
que sea posible mantener una brecha del 10% al 17% entre la subida de los
salarios y la inflación de forma sostenible.
El incremento de los salarios del BCRA es
prácticamente la inflación que publican las empresas e instituciones
independientes, y esta inflación real es coherente con la evolución de la Base
Monetaria Amplia, que en cualquier caso sería irresponsablemente expansiva.
Sólo una mezcla de cinismo, irresponsabilidad, ignorancia
y falta de respeto por parte de los gobernantes argentinos es lo que puede
pretender –de forma ilusoria- que el pueblo argentino crea unas cifras que ese
mismo pueblo percibe como falsas y que sufre día a día por el deterioro de su
poder adquisitivo.
Para completar este punto la evolución mensual de 2011
y 2012 hasta mediados de octubre, periodo en el que se ha acelerado la
financiación del BCRA al Gobierno Nacional y el incremento de la masa monetaria
en circulación es la siguiente:
NULA
INVERSIÓN EN INFRAESTRUCTURAS
Si en algo se ha caracterizado el periodo económico de
Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner ha sido en la ínfima inversión
en infraestructura tanto por parte del Gobierno como de la iniciativa privada
al carecer ésta de la seguridad jurídica y de mínimos estímulos económicos para
rentabilizar las inversiones.
Los primeros años de los gobiernos de los Kirchner la
inversión en los servicios públicos fue casi cero por la asfixia a la que se
sometió a las empresas a través de la regulación de precios. Argentina fue viviendo, en lo que se
refiere a infraestructuras, de lo invertido en la etapa de los gobiernos
anteriores a los Kirchner hasta que se han ido presentando problemas de
suministro eléctrico, de gas, …
El saldo negativo por petróleo y gas en 2011 fue de
3.029 millones de dólares, derivado de una suave bajada de la producción, un
importante incremento del consumo, y el nulo crecimiento en la capacidad de
refino lo que provocó que el valor unitario de las importaciones sea muy superior
al de las exportaciones. Argentina ha pasado de exportador de gas natural a ser
importador neto con un saldo negativo de 3.000 millones de metros cúbicos en
2010, … y creciendo.
No menos desalentadora es la situación en energía
eléctrica; desde el 2002 el crecimiento
de la capacidad instalada ha sido sólo del 18% y en cambio el consumo ha
crecido un 47%, con importaciones netas.
Para conseguir no caer en el problema que se avecinaba
en 2008 de desabastecimiento eléctrico ENARSA (Energía Argentina S.A.) empresa pública creada
a finales de 2004 por la administración de Néstor Kirchner, ha tenido que invertir en plantas de generación con gasoil/diesel
(generación distribuida) y turbinas de gas en ciclo abierto, lo que es una forma
de generación muchísimo más cara, ineficiente y contaminante que un
crecimiento a través de ciclos combinados de gas, además se han vuelto a usar
plantas ineficientes técnica y económicamente de fuel oil. Todo ello por un
grave error de planificación, disparándose el consumo de fuel oil y gas oil
para generación de electricidad, y con ello el déficit de derivados de petróleo;
también se han disparado los precios de la electricidad –para financiar a
ENARSA- y las subvenciones al consumo de energía eléctrica para una parte de
los consumidores.
La inversión en infraestructuras es un cuello de
botella de la economía argentina porque ni el Gobierno tiene capacidad para
acometerlas, ni la iniciativa privada las va a realizar por las escasas –por no
decir nulas- posibilidades de rentabilizarlas, la falta absoluta de
financiación, y la falta de seguridad jurídica cuando no un clima de acoso desde
el poder.
La política de precios controlados de los servicios
públicos ha provocado además de una inversión ridícula en infraestructuras,
falta de mensajes económicos adecuados sobre el valor de los precios de algunos
artículos como el gas sin que se fomente la eficiencia y el ahorro. Cuando se
ha requerido revertir la situación, se ha producido un incremento de las
subvenciones por parte del Gobierno, subvenciones que cuando se otorgan es casi
imposible eliminarlas con posterioridad.
Las perspectivas futuras en el área de
infraestructuras es francamente mala; el gobierno argentino no tiene capacidad
presupuestaria para acometerlas, no puede endeudarse para acometerlas por todo
lo comentado anteriormente la iniciativa privada nacional no las va a
acometer, y pensar en la inversión extranjera en un rubro de tan largo plazo es
una quimera.
ARGENTINA.
ESPIRAL DE AUTOTARQUÍA, POPULISMO Y AUTORITARISMO
La Autarquía del “Modelo K” no es más que la cara
económica de lo que ha sido el Modelo K en su vertiente política, caracterizada
por el Populismo y el Autoritarismo de quien pretende aferrarse al poder a
cualquier precio.
Casi no se ha comentado que el fallecido Néstor
Kirchner, una vez que fue Gobernador de la provincia de Santa Cruz por primera vez
en 1991, promovió en 1994 y en 1998, impulsó reformas en la
constitución provincial, que incluyeron la posibilidad de reelección indefinida
del gobernador.
¿Alguien duda a estas alturas de que Cristina
Fernández de Kirchner tiene estas mismas intenciones?
Del autoritarismo y de la utilización artera, abyecta
y aviesa de los resortes del poder son sabidas las múltiples veces en que
se usan jueces federales “independientes”, se interviene, se allana la propiedad
privada, se coacciona y procesa a las personas, y “siempre” aparecen indicios
–cuando no pruebas- de hechos fraudulentos. El año 2005 durante el Gobierno de Néstor Kirchner por una juez el propio Partido Justicialista.
Lo mismo puede decirse del uso sesgado de la Administración
Federal de Ingresos Públicos donde, sin vacilaciones, se blande como arma
arrojadiza el terrorismo fiscal.
El poder político de Néstor Kirchner levantó una serie
de fortunas en la parte privada, los llamados Empresarios K, que ahora están
desconcertados porque parece que ya no cuentan en la aceleración estatalista de
la economía argentina de los favores y prebendas que tuvieron durante nueve
años. Es pronto para hacer cábalas, pero viendo la deriva de otros regímenes
autoritarios de Latinoamérica –que no han dejado de tener “empresarios”
cercanos-, lo que puede estarse produciendo es su sustitución por personas con
mayor afinidad y empatía a Cristina Fernández y sobre todo a su nuevo entorno.
Conviene pararse a repasar lo que los cables de la
embajada de Estados Unidos en Buenos Aires, en un lógico análisis de la
realidad argentina decían de los Kirchner. “Paranoicos del poder”, “ácidos”, “impermeables
al consejo ajeno”, “ineptos en política exterior”. El estilo K es “errático y
caracterizado por la tensión extrema en el corto plazo”. Néstor Kirchner tenía
“dos caras”, como el “Dr. Jekyll y Mr. Hide” de Stevenson: una “populista” y
otra “pragmática”. Sus “simpatías por la izquierda” estaban “completamente
subordinadas a sus intereses políticos y sus ambiciones personales”. “Kirchner (Néstor)
no es un genio perverso, es sólo un perverso”. “Psicópata, monstruo y cobarde,
que en la búsqueda de la confrontación política esconde una profunda
inseguridad y un sentimiento de inferioridad” … Envidia extrema a Lula, salud,
...
El que Wikileaks haya publicado esta información, que
hay que insistir está dentro de lo que sería exigible a un buen servicio
diplomático, nos ayuda a acercarnos al Autoritarismo
del Modelo K. Voracidad insaciable por el poder a cualquier precio y por
cualquier medio.
El voto a los 16 años es uno de los últimos ejemplos,
donde no importaba realmente la medida, sino lo que decían las encuestas de la
popularidad de Cristina Fernández en los jóvenes y adolescentes argentinos,
votantes de próximos comicios.
Hay una anécdota del narcisismo y altanería
histriónica de Cristina Fernández –que no está suficientemente contrastada-, al
respecto de que cuando le dijeron que los chinos llaman a China Zhongguo
"el centro de la civilización o del mundo", Cristina Fernández de
Kirchner dijo que no tenía problemas porque Argentina es el centro del Universo.
Respecto
al Populismo estamos hablando de una obviedad que en el Modelo K llega al
Paroxismo, en donde las subvenciones, la
financiación de piqueteros, disputas dentro de la CGT entre el sector opositor
y el oficialista, … , la justificación
del Modelo K acaba siendo sólo el pueblo, y ese mismo pueblo es el que debe
defender el Modelo K contra el ataque insidioso y despiadado de los poderes
fácticos …
LA
ECONOMÍA JUEGA EN CONTRA DEL “MODELO K” … MÁS AUTORITARISMO Y POPULISMO
Argentina, con la economía estancada, con el riesgo de
que la dependencia de la soja (“sojización”), pudiera caer en la recesión, y
huérfana de todo auxilio financiero, al haberse convertido, por voluntad propia
y vehemente, en un país paria de la comunidad financiera internacional en su
conjunto –países, instituciones e inversores- e incumplidora recurrentemente de sus
compromisos, la debilidad actual de la economía argentina es evidente ante
cualquier pequeña oscilación.
Es un país en el que nadie cree en sus
estadísticas de inflación, ni siquiera buena parte de los simpatizantes de
Cristina Fernández. La inflación en
tasas superiores al 25% con una economía plana es un cóctel explosivo de
creación de más pobreza y desigualdades que va a incrementar –ya lo está
haciendo- el descontento social.
Las medidas tomadas –el “nuevo” Modelo K- son sólo
cortoplacistas y una vuelta de tuerca más de medidas autárquicas, que no
funcionaron en ningún país en el pasado y que no van a funcionar en el futuro,
aunque le den una prórroga de supervivencia en el presente.
La respuesta al descontento social va a ser más
populismo y más autoritarismo, azuzando el fantasma interno de los poderes fácticos
que quieren arrebatar el poder al pueblo impidiendo el progreso del Modelo K. Más
subvenciones, clientelismo, arribismo, mayores prebendas desde el poder, … , más confrontación y división social
azuzadas por el poder para sólo defender su propio poder, usando como excusa al
Pueblo.
Los ataques a empresas privadas, mayor estatalización
y el uso particular ya mencionado de la “Justicia K” y de la AFIP podrían
incrementarse en la carrera por aferrarse al poder. Ataques a los medios de
comunicación –en legítima defensa al sentirse atacado el poder, claro-, ... Manipulación
de la información proveniente del INDEC y otros entes oficiales.
La
deriva de Argentina desafortunadamente puede entrar en una espiral donde
Autarquía (Populismo) y Autoritarismo son las caras de la misma moneda, la del
Modelo K aferrándose de forma paranoica al Poder.